miércoles, 28 de noviembre de 2012

Eres otoño desde que hablo de ti
no queda más solución
que esconderte en la copa de los árboles
que van quedando desnudos con cada deseo.

Eres otoño y ahora finjo que no hace frío,
que me dejo despeinar por qué me gusta
llevar el cabello suelto, y me niego
a la idea de que haz congelado mi calendario.