Ella sonrió al despertar y ver
que estaba a su lado, que abrazaba el peluche que ella le había regalado y que
todo era perfecto.
-¿Puedo pedirte un favor? –le
preguntó en un susurro.
-Umm no. – Respondió bromeando
con una sonrisa.
-Por favor detén el tiempo justo
ahora
Y se besaron por última vez.