Siempre puedes preferir salir a comprar un libro, un libro que te diga lo mucho que yo te amo, con otros personajes, otra historia, otras palabras, pero siempre el mismo sentimiento de locura y felicidad. Encontrándote en los demás, pero igual de fantástica, refugiándote en la calma, y sintiendo al mismo tiempo que puedes estremecer al mundo, esa era yo contigo. Y amaba, que nunca me dijeras nada sobre lo que escribía, a veces eras tan oportuna con tu silencio; ,misericordia, no la olvidabas. Amaba que llevaras esos papeles que garabateé en tu maleta, así como yo llevo grabada en mis recuerdos tu cara de tonta cuando te di ese papel, estabas tan molesta, te veías tan sexy, y se te colo una sonrisa justo antes de leer mis primeras palabras ese domingo en tu ventana. Eras tan complaciente y perfecta, eras mi Venus ideal.