viernes, 23 de noviembre de 2012

Y ella le preguntó a diario.

¿Te sientes bien?
me preguntaste vacilante
¿Realmente te importa?
te respondí en frío
¿Realmente harías algo para hacerme sentir mejor?
para ayudarme con el peso que me atormenta 
al cual no le puedo dar un nombre
si es así, entonces eres libre de preguntar
si me siento bien. 
¿Te sientes bien?
Pregunté titubeando.