Si alguna vez no hubieses existido,
si el calor de tus brazos no me hubiese
arropado como un látigo preciso.
Si en los días más oscuros
no hubiese tenido tu sonrisa.
Y no lo sé tal vez, no sé
si me recuerdosi el calor de tus brazos no me hubiese
arropado como un látigo preciso.
Si en los días más oscuros
no hubiese tenido tu sonrisa.
prisionera de un cuerpo o libre junto a él,
buscando salvación o incertidumbre
miserable y maldita, pero completa.