Ver esa orquídea creciendo en mi jardín, era mi gran amor, con ella todo era tan fácil, los caudales de mis aguas eran calmadas, siempre de ella. No me esforzaba nunca, la lluvia venía sola con el manto de la noche. Solo la amaba y entregaba todo por ella.
Nunca imaginé construir otro hogar para guardar mis sueños, no necesitaba reinar, ya era amada, como nunca antes. Mi vida entera era su nombre, mi amor. No tendría ningún otro lugar lleno de euforia, euforia que volvía tus sueños más perfectos realidad, pura realidad, tan pura como ese amor que nunca antes sentí.
Ya marchita oscureció todo a mí alrededor, resignada a la sequía. Egoísta, quitándole el dulce aroma a las rosas y volviendo secos como piedra los días lluviosos de febrero, condenado febrero, aquél febrero que alguna vez me dio tanta gloria, gloria que nunca jamás le podría dar a nadie, a nadie que no fuese esa orquídea.
I Wish It wasn´t Me Who Wrote This.