Respirábamos al azar
y jugaba con tus labios
entre segundos.
Todas mis ganas
en la punta de la lengua.
Todas mis ganas
a milímetros de tu meta.
Hoy te vas con el viento del este,
y las hojas me dicen que aún estas
en realidad siempre hubo brisa, siempre lo noté,
pero había dejado de sentirlo.