sábado, 28 de septiembre de 2013

con cigarrillo en mano me doy cuenta que ha pasado mucho tiempo

Ha pasado mucho tiempo desde que no estás,
ya no eres lo primero que pienso al despertar.
Mi abuelo a enfermado, y por alguna razon
cuando lo veo sufriendo y quejandose
pienso en ti
¿Quien te cuidara? cuando tu estes así
pasara mucho tiempo mas, estoy segura
que mi nombre olvidaras
  y yo llegare a olvidar cuando te tenía conmigo.
Aprender del amor ha sido una tarea difícil,
pero el titular de nuestra historia se quedara en un 
"Recuérdame que me quiera más a mi, que a ti".

Esperaba que al irte -al irnos- no se creara este desierto,
esa maldita duda de si realmente nos quisimos,
que ya ni siquiera es maldita.

Ha pasado mucho tiempo desde que nos fuimos,
ya beso sin remordimientos,
aunque mi princesa aun me patea los riñones extrañandote
he olvidado tus modos,
y buscado tus lunares
ya río sin tu risa,
incluso hablo de amor sin pensar en tu nombre
solo lo veo a veces en mi regazo, y pienso que estas alli.

Ya no te echo de menos, porque estás de más,
porque he sabido aprender del amor,
no hacer altares de amor,
porque hay amores que matan y nunca vuelven.

Nuestro camino de vuelta lo hemos borrado a golpes de arena,
apurando el cigarrillo hasta quemarnos los labios.

Regalo de Sabina

Ni tú bordas pañuelos ni yo rompo contratos,
ni yo mato por celos ni tú mueres por mí,
antes de que me quieras como se quiere a un gato
me largo con cualquiera que se parezca a tí.

De par en par te abro las puertas que me cierras,
me cuentan que el olvido no te sienta tan mal,
la paz que has elegido es peor que mi guerra,
aquella cama nido parece un hospital.

Yo, en cambio, no he sabido ir a favor del viento
que muerde las esquinas de esta ciudad impía,
pobre aprendiz de brujo que escupe al firmamento
desde un hotel de lujo con dos camas vacías.

¿Quién hará mi trabajo debajo de tu falda?,
la boca que era mía ¿de qué boca será?,
el roto de tu ombligo ya no me da la espalda
cuando pierdo contigo lo que gano al billar.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Descifrando contraseñas

Aquel 2 de julio
 cuando lloraba sobre tus piernas sin consuelo
recordaba que mi amor de antaño
naciò ese dìa
una fecha tan especial para mi
y ya no podia celebrarla más.
 
13 era por ti
y el 18 por ella
era el dìa de su cumpleaños
y yo bien tonta perdida en Singapur.

Tanto la quería, que tardé en aprender a olvidarla diecinueve días y quinientas noches

martes, 24 de septiembre de 2013

Oda a mi hermoso otoño

Me pregunto
si eres un pedazo de aquel infinito cielo que cayo a la tierra,
tomando forma de mujer...

Me pregunto
si su bella cabellera es partes de las nubes,
o tal vez el viento es el regalo, para su piel.
 ¿Por que brillaban así sus ojos?
Era el sol que la iluminaba
¿o la hermosa luna?
y cuando estabamos a oscuras
¿Aún así brillaban?

Me pregunto
¿quien fue el escultor que talo tan bella sonrisa?

me pregunto
si me permitiera seguir...

Comenzó con una mirada
Inquieta se perdio
Eternidad de ojos cafes
Locura prohibida
Mi alma, palpita por su ser...

Confusos pensamientos
Invaden mi mente
Enredando mi sonrisa
presa, quiere mezclarse
a su sonrisa, a sus labios
 y delirio...

Cada dia de estos...
mi imaginacion incompleta
me hace recordarla
"Es una mujer tan bella"
"La trajo el viento"
así se ha marchado...

Como el rocio que cae en el alba dando paso a la fotosintesis
o como el sol en lo mas alto del esplendor de un dia soleado
Quizas como las nubes que recorren el cielo
diferenciando los dias perfectos de los dìas grises

Asi se ha de marchar
como el crepusculo carmesi

pero es la misma luna
la que me abraza y la acobija
son las mismas estrellas
las que brillan por la noche
una vez deseé
ahora solo deseo no soñarla
cruel y marchita.

Solo ruego a la brisa de la mañana
que le de mis acostumbrados buenos dias por mi
que con un beso en la mejilla la haga sonreir
que la lluvia limpie el camino por donde ella ha de andar
que camine con esa gracia y con algo mas entre los labios
de lo que alguna vez me dijo a mi.
- ¿Què escribes?
- Un poema...

Creo que te falto preguntar para quien...

viernes, 20 de septiembre de 2013



Ella puede usar ese puto collar, las putas veces que le de la gana, y amo utilizar la palabra puto para encerrar todos mis sentimientos en cuatro letras.

Siempre es tu nombre, ese es el problema.



  ¿Qué?

¿Qué quieres que te diga?

¿Que me importa una m*rda a quien besar desde que no te beso a ti?

¿Qué me resbala por completo a quien toquen mis manos después de haber perdido las tuyas? Pues bien, te lo digo. Te lo grito, si así te gusta más. Solo promete que me besarás al final. Sería dificil tenerte al frente ahora. O sería triste ver como nos ha llegado el final. 

 Qué más dará a quien mire sin mirar o toque sin realmente acariciar. Y tu suave piel, esa tan tediosa que siempre me llamaba a hacerle el amor.  Quisiera acariciarla con una rosa ahora. Nunca te di suficientes rosas.

Me rompiste el corazón, pero aún late, late con patadas en el pecho, y no hablo de la jodida y absurda expresión. Lo destrozaste, lo dejaste en manos de aves carroñeras, plantas carnívoras, y te largaste. Cómo voy a preocuparme ahora por sentir, por querer, por amar. 

Sigo, respiro, me mantengo viva, es todo lo que puedo hacer desde que te has ido. Poco me preocupa ya el dolor que puedan provocarme, incluso jugar a clavarme espinas me parecen caricias después de ti.

'Después de ti.'

Después de ti no hay nada más que recuerdos, recuerdos bonitos y recuerdos feos, recuerdos fugaces, y un modo automático de "no recordar", hay silencio, hay distancia, hay una jodida angustia que me mata el alma. Después de ti me limito a oir la vida, cuando antes la escuchaba. Me limito a sonreír cuando antes reía. ¿De verdad te parece real esta aparente felicidad? Mira, que te den Paola. Que te den todo lo que yo no pude darte, empezando por indiferencia y acabando por asco. Ojalá hubiese podido ofrecerte yo a ti eso,

y sin embargo, mira.

Este tonto corazón moribundo sin piernas ni brazos ni camino ni rumbo aún rebaña tu nombre, lo escribe, lo borra, lo lame, lo tacha.

Pero siempre es tu nombre. Ése es el problema.

Déjame que te diga, que lo único que echo aún más de menos que a ti, es a mí misma antes de conocerte. O cuando te estaba conociendo. Ahí sí sonreía, reía a bocanadas. Ahí si rezaba con manos y pies y pecho por tenerte el resto de mi vida cerca. Ahí estaba enamorada, pero de una pieza. Ahí éramos tú y yo y tú eras entonces todo cuanto yo quería querer, creía en ti, en tus sonrisas, en tus lágrimas, en tu frío y en tu miedo.

Y ahora mira qué desastre. Creo en eso pero creo en tu maldad también, en tu indiferencía, en tu asco de persona.

Yo, que no sé hacer otra cosa que hablar de amor, me has dejado sin la capacidad de hacerlo.

Me has dejado enamorada, si, pero en mil piezas.

y es una de ellas la que te habla. 
soy una monstruosidad.


Y me dijiste las dos palabras que no han dejado de sonar en mis latidos...
Luego dijiste otras que intentaron romperla con mil martillos.

La mejor razon para no terminar una poesia

Mi papá me ha llegado con una maquina de escribir
Se han de imaginar mi alegria, el tema de los acentos
me hes realmente molestoso
pero aun asi lo primero que quise escribir
fue una poesia

¿Qué contar?
Entonces recordé perfectamente
el primer día del resto de mi vida:
no hizo falta llorar para coger oxígeno,
todo lo contrario,
bastó cerrar los ojos, y mirarla
 para empezar a respirar.
A caminar aprendí yo sola
entre las 07:00 y las 2:50 de la noche,
aunque he de admitir,
que a veces perdía el equilibrio y
mis manos buscaron la farola más cercana
para seguir en pie, sus ojos.
Lo más extraño de todo fue mi capacidad
para hablar:
absolutamente nula, absurda, incoherente.
Ni siquiera estoy segura
de si saludé al amor de mi vida
cuando por fin la tuve enfrente
o me limité a tartamudear, sonreír
y bajar la mirada.
Desaprendí todo lo que había aprendido
a lo largo de mi huida,
y cuando digo todo,
es todo:
de repente,
era la primera vez que pisaba Mérida de noche,
la primera vez que mis pies bailaban con una extraña,
y la primera vez que hacía el amor.
Desde entonces,
he nacido más veces
de las que cualquier mortal podría vivir,
y he muerto en sus manos, en sus ojos  y en su boca,
un número aproximado
a esos matemáticos que ni idea de como explicar,
-la cifra exacta de tal valor
es un calculo continuo- o algo así lei en estadística
Algo así como mezclar un corazón
que no aprende de errores
con otro que vive en el recuerdo
de lo que le dolió cometerlos,
como mezclar un sueño continuo
y una realidad paralela,
ganas de volar
con vértigo,
o la P con la M,
para obtener una poesía inconclusa.
Mojada al final con una lágrima
y secada en papel con un suspiro.
Claro está que no era el amor de mi vida
¿o acaso el vivir sin ella cuenta?
pero cierto es que era una de esos amores
de Sabina, que te da poesía y vida.

No me das pena Dolor



Hoy me he encontrado con el Dolor en la calle
y sinceramente,
tenía mejor aspecto cuando estaba conmigo.


Luego mire un par de fotos
al llegar a casa
no pude evitar sonreir al verla encorvada
alzando una copa.

No quiero que pienses que te he olvidado,
Ni que aún recuerdo las noches a tu lado,
las largas madrugadas de insomnio
extrañándote, ansiosa por verte,
y la estrecha relación que me hiciste tener
con la poesía.

Contigo todos los poemas tenían sentido,
las canciones tristes, los días grises,
las tardes de domingo a solas en mi habitación.

Recuerdo la primera vez que te miré a los ojos
       -porque fue la misma en que me dijiste que te quedarías en mi vida para siempre,
       porque por aquel entonces tenías en la cara la palabra acércate
      y porque a ti siempre te han gustado las chicas tristes con miedo a seguir de frente-

Recuerdo perfectamente cómo te arreglabas para mí cada noche,
siempre vestida de lágrimas sin razones y nudos por palabras,
siempre dispuesta a llevarme a cenar o a cuidarme
en donde la especialidad era ver pasar la vida 
          
         sin posibilidad de vivirla.


Cuando pienso en nuestra historia,
me atrevería a decir, que como suicidio,
fuiste la mejor amante:

-yo inventaba nuevas formas de sufrir
y tú nisiquiera aplaudías cuando lo conseguía.

Lo dicho, la pareja perfecta.

El suicidio y tu.
Capaz de enamorar a la vida